Cuando a Estados Unidos le daba gripa….

Cuando a Estados Unidos le daba gripa….

Cuando a Estados Unidos le daba gripa….

Autor: Jack Misrahi

 

Estamos ante un enemigo que apareció de forma inusitada. Un enemigo que requiere la cohesión absoluta de todos los frentes, pero sin tener contacto alguno entre nosotros; a esto sumar que las más grandes urbes y centros económicos del mundo están paralizados, muchos ya, como Nueva York, militarizados.

El gremio médico tradicional y no tradicional, rebasado. Al igual que prácticamente todo lo demás; incluidos los gobiernos de derecha, izquierda, arriba, abajo, norte, sur, fifís y fufús.
Parece que la madre tierra nos ha mandado a todos castigados a nuestros cuartos. Y…”¡Ay de ti si te sales!

Desde nuestra reclusión, tenemos la obligación de crear una nueva sociedad, una que funcione para todos, porque como diría Drexler, –si quieres que algo muera, déjalo quieto-

No. No se puede parar al mundo y volverlo a encender como si nada; no sin tener una serie de problemas económicos tan grandes como los que provocaron la caída de todos los grandes imperios antiguos.

El covid-19 es a nuestra civilización moderna, algo así como un primer infarto. Ya veremos en unos meses, de a como nos tocó.

Resulta importante cuestionarnos hoy, si lo que creemos que sabemos en el ramo médico -entiéndase lo que está oficialmente aprobado por las autoridades sanitarias de cada país, corrompidas hasta el tuétano por el lobby farmacéutico- es suficiente para superar el apremiante problema que ya tenemos encima.

Sin hipocresías políticas, filias o fobias de verbena whatsappera, esto ocupa poner a la mano izquierda y su circo interno y la derecha sin querer sacar raja política, al volante… O nos chupa la bruja.

¿Cómo? En vez de estar pagando trolles y bots, habrían de estar comprando respiradores, cubrebocas, guantes, bancos de comida. Sinvergüenzas.

¿Por qué no se puede parar todo de jalón como en Europa? Porque la economía mexicana no es igual. Nuestra economía, sencillamente no se puede paralizar el tiempo que esta ola virulenta ocupa para pasar. Nuestra economía está sustentada en el mercado informal, en el micro y pequeño empresario. Además; las remesas están comprometidas con el nuevo episodio de Black Mirror que Estados Unidos está viviendo en carne propia que ya le pegó hasta al narcotráfico.

Si cuando a Estados Unidos le daba gripa a nosotros nos daba pulmonía, ahora que a Estados Unidos le dio coronavirus, ¿a nosotros qué nos da?

Más allá del discursito barato del sí se puede o está en ti, en mi, en nosotros. O repetir hasta el cansancio lo de Susana Distancia, lavarnos las manos y no tocarnos la cara, necesitamos otro tipo de cosas muy concretas.

Por ejemplo, aprender a hacer las cosas por medios digitales a la de ya, desde hacer el super, hasta cosas más complicadas. Ahorita todos los freelancers deberían estar ayudando a los Godinez a que le agarren al zoom, slack, Toggl o Harvest y herramientas súper útiles para trabajar vía remota; si no es de enchilame dos más.

De la respuesta a la digitalización de nuestras industrias, negocios y gobierno, y el cuidado a los trabajadores que no pueden hacer la cuarentena, y que tendrán que estar mientras nosotros intentamos agarrarle la onda al tik-tok en pijama.

El que se adapte sobrevivirá, porque el “esto va a ser solo por quince días”, es algo que ya no se creen ni los papás.
Va a dilatar en llegar al pico de esta tragedia mundial y otro más en aquietarse.
¿Existe forma de librarla?

Si. A través de la digitalización que ya hablábamos y la ozonización de espacios.
En países como China, España, Tailandia, Italia, el ozono se está utilizando para esterilizar los espacios públicos y privados. Podemos eliminar al virus del ambiente, sin efectos secundarios al ser simplemente oxígeno enriquecido. Basta una simple búsqueda en google para que veas como los más grandes portales del mundo reportan el uso de ozonizadores para eliminar al virus en las ciudades más afectadas. ¿Qué estamos esperando para que estos equipos estén por todos lados?

Con la utilización de este gas benigno, sumado al procedimiento higiénico ya aprendido, podemos tener rango de movimiento, minimizar el riesgo en fábricas, supermercados, casas, transportación, aeropuertos, fábricas, oficinas, hospitales, universidades, etc.
¿Porqué no se había comercializado el ozono antes?

Antes no existía un mercado; antes de esta pandemia, el ozono era solamente utilizado en espacios que requerían un grado máximo de esterilización como quirófanos, enlatadoras, cámaras frigoríficas, etc.

Los beneficios del ozono para desinfección de espacios y para la salud del ser humano ha sido bien conocida por más de cien años, pero no existía un mercado, porque no nos era indispensable vivir en un espacio libre al cien por ciento de virus.
Hoy si. Y además, va pa’ largo.

México tiene glorias de la investigación y el desarrollo de equipos generadores de ozono, científicos reconocidos a nivel mundial.

Nuestros esfuerzos deben estar enfocados a incluir el ozono a nuestra vida.
Si la 4T es de verdad, la Cofepris tendrá que ser mucho más que una cuna de corruptos de vista gorda y analizar con prontitud las opiniones de nuestros científicos en este tema. Las evidencias están por montones a plena luz del día. ¿Qué más tiene que pasar para que se le de a esta tecnología el lugar que se merece?

De esta vamos a salir, eso no queda duda. La pregunta es: ¿Cómo nos acomodaremos?
Estamos.

 

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la opinión editorial de SALUD EXPONENCIAL®

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