Cuba tiene una vacuna contra el cáncer de pulmón y Estados Unidos la quiere…

Cuba tiene una vacuna contra el cáncer de pulmón y Estados Unidos la quiere…

Cuba tiene una vacuna contra el cáncer de pulmón y Estados Unidos la quiere…

Cáncer de pulmón. Imagen de rayos X a Color del pecho de una mujer de 84 años de edad con un tumor maligno (canceroso) (amarillo) en el vértice del pulmón derecho (parte superior izquierda). DU CANE MEDICAL IMAGING LTD/GETTY IMAGES

Lung cancer, X-ray

Lung cancer, X-ray

CUBA TIENE DESDE HACE varios años una vacuna terapéutica prometedora contra el cáncer de pulmón. El embargo comercial de 55 años dirigido por los EE.UU. pretendió que Cuba se mantuviera en un sitio de retraso, al menos eso pensaron.

El gobierno de Obama, ha estado tratando de normalizar las relaciones con la isla, y el mes pasado, durante la visita a La Habana del gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, el Roswell Park Cancer Institute finalizó un acuerdo con el Centro de Inmunología Molecular de Cuba para desarrollar una vacuna contra el cáncer de pulmón y comenzar los ensayos clínicos en los EE.UU. Esencialmente, los investigadores llevarán la vacuna Cimavax a Estados Unidos e iniciarán el camino para la obtener su aprobación por la FDA (Oficina de Administración de Alimentos y Drogas).

“La oportunidad de evaluar una vacuna de este tipo abre una perspectiva muy emocionante”, dice Candace Johnson, CEO de Roswell Park. Ella está muy emocionada porque la investigación sobre la vacuna hasta el momento muestra que tiene baja toxicidad, y es relativamente barato producirla y almacenarla. El Centro de Inmunología Molecular dará al  Roswell Park toda la documentación (cómo se produce, los datos de toxicidad, los resultados de estudios anteriores) para documentar lo necesario ante la FDA. Johnson dice que espera obtener el Visto Bueno para pruebas con Cimavax dentro de seis a ocho meses, y para iniciar los ensayos clínicos en un año.

¿Cómo Cuba termina con un fármaco inmuno-oncológico de vanguardia? Aunque el país es famoso por los cigarros, ron y el béisbol, también tiene algunos de los mejores y más avanzados descubrimientos en biotecnología y la investigación médica en el mundo. Eso es especialmente notable para un país donde el trabajador promedio gana $ 20 al mes. Cuba gasta sólo una fracción del dinero que los EE.UU. gastan en la asistencia sanitaria por individuo; sin embargo, el cubano promedio tiene una esperanza de vida a la par con el promedio de América. “Han tenido que hacer más con menos”, dice Johnson, “por lo que han tenido que ser aún más innovadores, con su manera de abordar las cosas. Durante más de 40 años, han tenido una sobresaliente comunidad de especialistas en inmunología”.

A pesar de décadas de sanciones económicas, Fidel y Raúl Castro hicieron de la biotecnología y la investigación médica, particularmente en el campo de la medicina preventiva, una prioridad. Después de que el brote de fiebre del dengue en 1981 golpeó cerca de 350.000 cubanos, el gobierno estableció el Frente Biológico, que llevó a centrar los esfuerzos de investigación de diversos organismos hacia objetivos específicos. Su primer logro importante fue la producción exitosa (e inesperada) de interferón, una proteína que desempeña un papel en la respuesta inmune humana. Desde entonces, los inmunólogos cubanos han logrado avances notables incluyendo sus propias vacunas contra la meningitis B y la hepatitis B y los anticuerpos monoclonales para los trasplantes de riñón.

Lo dramático de fabricar muy buenos puros es que fumar es muy, muy malo para la salud. El cáncer de pulmón es la cuarta causa la muerte en Cuba. Los investigadores del Centro de Inmunología Molecular trabajaron en Cimavax durante 25 años antes de que el Ministerio de Salud lo pusiera a disposición del público, de forma gratuita, en 2011. Cada vacuna cuesta al gobierno cerca de UsDlls $1. Un ensayo de fase II a partir de 2008 mostró que los pacientes con cáncer de pulmón que recibieron la vacuna vivieron un promedio de cuatro a seis meses más de vida que aquellos que no lo hicieron. Eso llevó a Japón y algunos países europeos para también iniciar ensayos clínicos con el Cimavax.

Para ser justos, Cimavax probablemente no será un medicamento definitivo contra el cáncer. La vacuna no ataca al tumor directamente. En lugar de ello activa una proteína que producen los tumores y que luego circula en la sangre. Esa acción estimula en el cuerpo del paciente la liberación de anticuerpos contra una hormona llamada factor de crecimiento epidérmico, que normalmente estimula el crecimiento celular, pero puede también, si no se controla, causar cáncer.

La mayoría de la gente normalmente piensa que una vacuna es algo que impide una enfermedad, pero técnicamente una vacuna es una sustancia que estimula el sistema inmunológico parta atacar los orígenes del padecimiento.

Por lo tanto el objetivo de Cimavax es mantener los tumores de pulmón sin crecimiento ni metástasis, y en una siguiente etapa, tratarlos como un problema crónico, pero manejable.

Hoy en día en los EE.UU. y Europa, las personas con cáncer de pulmón ya tienen opciones de tratamiento con el mismo objetivo. Investigadores de Roswell Park dicen que planean explorar el potencial de la vacuna como un medio preventivo (como una vacuna tradicional), sin perder de vista que el factor de crecimiento epidérmico juega un papel importante en muchos otros tipos de cáncer, como el de próstata, mama, colon, y el cáncer de páncreas. “Todos ellos son posibles objetivos de esta vacuna”, dice Kelvin Lee, inmunólogo de la empresa. Sobre todo por razones financieras, los cubanos no han probado Cimavax en estos terrenos.

Es importante mencionar que este medicamento no es el único que tiene gran potencial en la farmacopea cubana. Thomas Rothstein, un biólogo en el Instituto Feinstein para la Investigación Médica, ha trabajado seis años en el Centro de Inmunología Molecular sobre otra vacuna para tratar el cáncer de pulmón llamada Racotumomab, con un mecanismo totalmente diferente: Trabaja sobre un lípido particular, que se encuentra en las membranas celulares de los tumores. “Los investigadores de todo el mundo están tratando de romper la tuerca de cáncer”, dice Rothstein. “Los cubanos están pensando en formas nuevas e inteligentes.”

Aunque el presidente Obama ha utilizado su poder ejecutivo para levantar algunas restricciones en contra de equipos médicos y de investigación, el Congreso debe levantar el embargo a Cuba antes de que los ánimos de colaboración en las investigaciones se pierda.

Johnson espera que Cuba abrace más el espíritu empresarial en la ciencia, y también espera ver en los EE.UU. enfoques más creativos hacia la investigación médica.

Limitados por la política, los investigadores cubanos tuvieron que innovar en formas que ni EE.UU. ni Europa hicieron. Ahora tal vez van a ser capaces de enseñar a sus colegas lo que han aprendido.

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