Científico mexicano patenta en Rusia la sorprendente “fotosíntesis humana”
El Dr. Arturo Solís patentó tras 4 años de búsqueda la “fotosíntesis humana”, hallazgo que derivó en la creación de un dispositivo llamado Bat-Gen, una pila infinita-generador que funciona con melanina.
El científico mexicano Arturo Solís Herrera encontró en el gobierno de Rusia la patente que durante 4 años buscó para su genial hallazgo: la “fotosíntesis humana“, un proceso que ocurre cuando la melanina inyecta hidrógeno a las células.
Solís Herrera empezó sus experimentos con la investigación de una molécula que existe en la piel, el cabello y el recubrimiento de la retina humana, la melanina.
En el invento del mexicano, la melanina rompe la molécula del agua, separando el oxígeno y el hidrógeno, extrayendo de este modo energía. Dicha función también se realiza a la inversa, sorprendentemente:
“La melanina es capaz de romper la molécula del agua, separando oxígeno e hidrógeno, al mismo tiempo que esa reacción libera energía. Pero lo más revolucionario es que la misma molécula realiza la función inversa, y vuelve a unir el hidrógeno y el oxígeno, para que nuevamente se constituyan como agua, liberando una nueva carga de energía”.
De este modo, el ciclo se puede repetir una cantidad infinita de ocasiones, rompiendo y uniendo la molécula en un proceso que libera energía, y cuyos usos podrían ser aplicables a un sinfín de tecnologías limpias.
La descomposición y recomposición de la molécula del agua a través de la melanina derivó en el dispositivo Bat-Gen, nombrado así porque funciona al mismo tiempo como una batería recargable y como un generador continuo de energía.
El hallazgo no es una fantasía, de hecho, desde el punto de vista científico, forma parte de la corriente de estudios que busca generar energía limpia a través del hidrógeno, que es el átomo más sencillo del universo, formado por un protón y un electrón.
“Hasta ahora he gastado más de 40 mil dólares en abogados y trámites para buscar la patente y ha sido un proceso muy complejo por lo inédito de este hallazgo, que yo mismo llegué a considerar increíble”, señaló.
El científico informó que el documento otorgado en Rusia, con número de patente 6017379, certifica que el descubrimiento fue hecho en México.
Ahora los abogados que están tramitando las patentes en Estados Unidos y Europa dicen que seguramente el proceso de protección de propiedad intelectual en sus jurisdicciones se acelerará.
“El descubrimiento surgió de manera accidental cuando investigaba posibles terapias para las 3 causas más comunes de ceguera en México: glaucoma, retinopatía diabética y degeneración macularprovocada por la edad”, expresó el científico.
Arturo Solís Herrera es médico cirujano por el IPN, oftalmólogo por la UNAM, maestro en ciencias médicas por la Universidad Autónoma de Aguascalientes y doctor en farmacología por la Universidad de Guadalajara.
Con información de Ecoosfera México y Miami Diario.
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